miércoles, 2 de octubre de 2013

De cómo me enteré que sería mamá.

Era festivo. 1 de mayo. Dentro de todos los nervios/ansiedad/miedos se me olvidó que no habría farmacia alguna abierta. Caminando, caminando encontré la única farmacia de turno. Llena.
Las caras de las personas que esperaban ser atendidas se volcaron hacia mi cuando dije: "Necesito un test de embarazo"
Volví ocultando cuanto más pudiera la cajita. Llegué a su casa, miré las instrucciones, y aunque ahí se especificaba lo que debía hacer, no podía.
Mil cosas atravesaron mi cabeza, los estudios, la familia, los amigos, el fin de la libertad, 'el comienzo de la esclavitud', 'la eterna soltería' ya que si bien era probable mi embarazo, me había distanciado de su padre tres semanas antes.
A pesar de eso, sabía que era lo justo y necesario, que mis náuseas no eran normales, que me sentía más cansada que de costumbre, que me miraba al espejo y veía unos ojos brillosos, y unas grandes ojeras.
No podía mirar el resultado, a pesar de que en cuanto mi orina entró en contacto con el dispositivo, marcó inmediatamente una línea sobre una que venía, dibujando la forma '+'
Llamé a la Maca, una amiga que tenía ya 4 meses de embarazo, seguro ella podría ayudarme, al menos, decirme que era cierto y que no estaba soñando.
La Maca mira, y me dice: "es cierto Consue, vas a ser mamá" 
Y sentí que el mundo se venía encima, la descripción gráfica sería cuando al coyote le cae el yunque que él mismo había puesto con anterioridad.
Necesitaba con urgencia ordenar mis ideas, pensé en cómo decirle a mi mamá, me la imaginé de mil formas, sólo esperaba que fuera lo más rápido y sin dolor.
Lo peor fue pensar en cómo decirle al papá, en ese entonces mi ex, que lo que dejó de suceder hace 3 semanas dejó algo que durará para toda la vida.
Lo primero fue contarle a él. Para mi buena suerte, no salió corriendo. Luego vino mi mamá. Vino el silencio, la indiferencia, el 'arréglatelas como puedas'. Al principio dolió, como entiendo que pueda dolerle que haya congelado mis estudios de Periodismo, y que supuestamente haya 'matado mi juventud'
 Quizás ese es el momento más crítico para una mamá. Tratar de entender que lo que viene no es 'lo terrible' que crees que será. Que más bien, es una prueba que obviamente si lo tomas con todo el amor del mundo lo podrás superar cueste lo que cueste.
Después de entender eso, y de ver que lo único que importa es estar bien por el bien de ese pequeño ser que se está formando dentro de ti, todo es más fácil. Y todo brilla.
"¡Voy a ser mamá! ¿Qué más podría pedirle a la vida?

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